Este año es el décimo aniversario de la caída de Lehman Brothers. Aquel 15 de septiembre de 2008 ocurrió lo imposible, el cuarto banco de inversión de los Estados Unidos desapareció en un fin de semana. Lo que vino a continuación ya es historia.

No hay duda de que la crisis que empezó en ese momento cambió muchos paradigmas. Durante los años previos, en España nos habíamos acostumbrado al crédito fácil y a que los bancos ofrecieran intereses nunca vistos antes debido a la competencia entre ellos por captar depósitos.

La crisis cambió todo aquello y tras diez años de políticas de estímulos por parte de los bancos centrales, con bajísimos tipos de interés (en 2016 llego al 0%), la situación actual es muy diferente. A día de hoy los intereses que ofrecen las entidades bancarias en la mayor parte de los casos no compensan la pérdida de poder adquisitivo derivada de la inflación.

Una persona que no quiere perder poder adquisitivo se ve obligada a mover su dinero de otra forma. La renta variable es una opción que siempre ha estado ahí, pero lo cierto es que no es para todo el mundo. Invertir en valores implica un riesgo que no todo el mundo está dispuesto a asumir y mucho menos después de la experiencia vivida hace 10 años. Es cierto que muchos índices han recuperado y superado sus cotizaciones de ante s de la crisis, pero es igual de cierto que muchos otros, como el IBEX35, siguen peleado lejos de sus máximos históricos.

¿Qué hacer entonces? La respuesta es inversión inmobiliaria. La evolución del precio de la vivienda en España durante y después de la crisis ha sido diferente al de otros países. En Baleares esta diferencia es más acentuada.

Invertir en Baleares nunca ha dejado de ser un valor seguro. Hay variables que afectan al precio de la vivienda en esta comunidad autónoma que hacen que la caída fuera menos acentuada y la recuperación haya sido más rápida. La insularidad, el aumento del precio del alquiler, los extranjeros que eligen las islas para fijar su residencia de forma temporal o definitiva, el alquiler vacacional, la progresiva apertura del crédito para la compra de inmuebles… son algunos de los factores que hacen que el precio de la vivienda en muchos municipios de Baleares hayan alcanzado niveles precrisis. Baleares es la cara positiva de una evolución desigual dentro del país.

Lo que ha quedado claro después de estos años, es la fiabilidad del mercado inmobiliario en Baleares. Un mercado resilente y que hoy en día vuelve a gozar de una excelente salud.

Con la economía en plena recuperación y con tasas de crecimiento positivas en para las principales economías mundiales, el mercado inmobiliario en baleares ofrece importantes oportunidades. En estos momentos, invertir en propiedades comerciales en baleares es sinónimo de invertir en un valor que ofrece seguridad y retornos desde el primer día.

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